Los conceptos de homologación y certificación están muy relacionados entre sí, pero tienen diferencias muy marcadas. Ambos verifican la seguridad de una caja fuerte, un armero o un sistema de seguridad concreto, pero un producto homologado no es lo mismo que un producto certificado. Esto puede causar mucha confusión en los usuarios pero existen diferencias entre homologación y certificación que permiten comprender ambos conceptos con facilidad.
La homologación es la aprobación oficial de un producto o servicio, realizada por un órgano legal o administración pública. Testifica que dicho producto o servicio cumple con los requisitos técnicos necesarios para su comercialización.
Para concederse esta homologación, los productos deben cumplir con una serie de reglamentos técnicos de carácter obligatorio, adaptados a la normativa vigente. De este modo los podrán comercializar bajo un sello de calidad y seguridad máximas.
Algunos fabricantes y empresas, siguiendo los procesos y cumpliendo los requisitos que exige la normativa, pueden homologar sus productos y servicios basándose en los informes de ensayos obtenidos de los laboratorios cualificados, por lo que realizan una autocertificación.
La certificación atestigua que un producto o servicio cumple con determinadas exigencias específicas de una normativa vigente. Por lo tanto, certifica la homologación de dicho producto o servicio.
Lo característico de esta certificación es que sólo puede ser expedida por las Entidades de Certificación, que son organismos oficiales cuya función es evaluar la conformidad y certificar el cumplimiento de la normativa exigida para cada sistema de seguridad. Estas entidades son, a su vez, evaluadas por la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación)a fin de disponer de un reconocimiento de su capacidad para realizar su función como entidad evaluadora de conformidad. La más reconocida en España es AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) que, además de elaborar normas técnicas, también las certifica. También se puede recurrir a Applus, Bureau Veritas, SGS o ECB·S, entre otras.
La certificación se concede cuando los productos y sistemas de seguridad superan una serie de ensayos en los que se pone a prueba su vulnerabilidad y resistencia. Durante estos ensayos se realizan diferentes pruebas físicas y técnicas en los puntos más débiles de la estructura para tratar de romper su seguridad. Si los fabricantes están interesados en conseguir la certificación, deben realizar las correcciones exigidas dependiendo de los resultados hasta que se superen los ensayos.
La entidad encargada de los ensayos debe poseer las competencias y la fiabilidad necesarias para realizar estas comprobaciones. Del mismo modo, debe ser imparcial con los resultados a la hora de expedir esta certificación.
En España es importante que las cajas fuertes cuenten con una certificación oficial. Si bien las cajas fuertes homologadas garantizan un nivel de seguridad óptimo, la certificación de dichas cajas fuertes por parte de organismos oficiales las dota de una mayor validez y garantías respecto a las que simplemente están homologadas por el fabricante. A la hora de solicitar la certificación, se pueden distinguir entre dos normativas: la EN 11450 y la UNE-EN 1143-1:2012.
Las cajas fuertes homologadas que cuentan con la certificación correspondiente a la normativa europea EN 11450 suponen los grados de seguridad domiciliaria más elevados y se dividen en dos grupos:
Por su parte, las cajas fuertes homologadas que se rigen según la normativa UNE-EN 1143-1:2012 se dividen en los siguientes niveles:
Otro caso a tener en cuenta es del de los armeros homologados. Según la normativa vigente UNE-EN 1143 de 2012, se exige que todos los armeros homologados cuenten con una certificación oficial de carácter obligatorio por parte de los organismos oficiales correspondientes.
Los armeros homologados actualmente están obligados por ley a superar los ensayos pertinentes para obtener la certificación oportuna. El armero debe someterse a pruebas que vulneren su seguridad en sus puntos más vulnerables y sólo al superarlas se le acreditará con la homologación y certificación oficial.
Esto supone que portador de armas debe adquirir o, en su defecto, disponer un armero homologado por los organismos certificadores. De no poder hacer uso regular de un armero con certificación oficial, se le podrá retirar la licencia de armas.
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Autor: Ángela Montañez
Publicado el lunes, 14 de octubre de 2019