La utilización del primer Generador de Niebla para combatir el robo, tuvo lugar hace más de medio siglo en el Reino Unido. Hoy día los Cañones de Niebla de Seguridad son dispositivos habituales en las instalaciones de seguridad en todo tipo de locales y almacenes. Se consideran como una forma muy efectiva de evitar los robos.
Cuando la entrada de un intruso activa la alarma, ésta automáticamente pone en funcionamiento los generadores instalados en el establecimiento, y en pocos segundos, la estancia se llena con una densa e inofensiva niebla, de forma que al ladrón le resulta imposible ver a más de medio metro de su propia cara.
La generación de Niebla es muy sencilla. El Fluido de Niebla, mezcla de agua y glicol almacenada en unos contenedores renovables, se lanza contra un circuito calefactor, que se encarga de evaporarlo. Al contacto con el calor, el fluido se convierte instantáneamente en una impenetrable y densa niebla inocua y se extiende por el local.
Aunque se recomienda ventilar la estancia, tras la activación del generador, la niebla de seguridad no deja ningún tipo de residuos y es inocua para personas, animales, mobiliario, productos electrónicos, etc.
El Cañón de Niebla funciona como un complemento a los sistemas de alarma tradicionales y son compatibles con todos los dispositivos de seguridad que existen en el mercado.
Un Generador de Niebla,en función del tamaño del establecimiento, puede ser ajustado para realizar disparos de diferente duración y activar o no la función de pulsos, que permite prolongar lla densidad de la niebla.
Atrapado entre la densa Niebla el ladrón quedará desorientado y será presa del pánico. En ese momento, su unico objetivo será salir huyendo, lo más rápidamente posible, del local.
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Publicado el sábado, 07 de marzo de 2015