Los productos químicos peligrosos, no inflamables, pero si corrosivos (ácidos y bases), tóxicos o nocivos de cualquier forma para las personas o el medio ambiente deben almacenarse, debido a su potencial peligrosidad, en armarios de seguridad adaptados a su custodia, aunque por el momento no existe ninguna norma que regule el almacenaje de estas sustancias.
Un correcto almacenamiento en armarios de seguridad reduce considerablemente el riesgo de accidentes con este tipo de materiales, puesto que la peligrosidad de cualquier sustancia corrosiva, tóxica o reactiva es alta si no se controla su lugar de depósito y condiciones de custodia.
Algunos de los materiales comúnmente guardados en estos armarios de seguridad son aceite y lubricantes para automóviles, anticongelante, pinturas, adhesivos, insecticidas, herbicidas, fungicidas, repelentes para insectos, aerosoles, bombonas de gas, baterías, aparatos electrónicos y municiones.
Los armarios de seguridad destinados a guardar sustancias peligrosas deben estar especialmente diseñados para ello, pues es básico que los materiales empleados en su construcción sean resistentes a las sustancias que va a contener.
Además de estar construidos de forma que aíslen los productos contenidos en su interior del ambiente que los rodea, es importante que cuenten con un grado suficiente de seguridad ante posibles ataques o robos.
Otra característica importante de estos armarios es que sean resistentes al fuego, pues aunque no se trate de materiales inflamables, el fuego de un incendio puede causar daños tanto en los recipientes como en los propios materiales.
Para evitar percances es importante seguir las recomendaciones e instrucciones de almacenamiento que comúnmente se encuentran en el etiquetado de estos productos, siendo variables en función de la peligrosidad de cada uno.
Los productos volátiles deben custodiarse en armarios situados en zonas que aseguren una correcta ventilación para evitar la acumulación de vapores.
Es importante que los productos guardados en los armarios de seguridad permanezcan debidamente cerrados con sus tapas de seguridad.
No debemos olvidar que es fundamental una revisión periódica de los armarios y las áreas donde estos están ubicados para corroborar el buen estado de las instalaciones y los propios armarios. Debe prestarse especial atención a la posible fuga de gases, deterioro de etiquetas identificativas, presencia de desperfectos, óxido fugas en los recipientes y armarios de seguridad.
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Publicado el lunes, 14 de septiembre de 2015