Los billetes falsos suponen perdidas millonarias a los comercios y empresas de toda Europa. Se calcula que desde la implantación del Euro en 2002 los billetes falsos han costado cerca de 500 millones de euros a la economía europea.
Los métodos empleados por los bancos centrales para evitar la falsificación de sus billetes son cada día más sofisticados y complejos. Esto hace que empleando los detectores adecuados se puedan detectar incluso las falsificaciones más sofisticadas.
Existe una gran variedad de detectores y métodos de detección, lo que hace que exista un detector de billetes indicado para cada presupuesto y necesidad. Desde los más simples que nos ayudan a controlar manualmente una sola característica de los billetes hasta detectores totalmente automáticos que controlan varios parámetros gracias a su sofisticada tecnología.
En los billetes emitidos por los bancos centrales de todo el mundo encontramos múltiples sistemas de control combinados para asegurar su autenticidad.
El papel moneda está constituido por en una mezcla de algodón y lino, y con mucha frecuencia una base de polímeros. Las tintas ultravioleta (UV), magnéticas e infrarrojas (IR) aportan características que pueden ser analizadas con gran precisión por los detectores más sofisticados. El tamaño y espesor de los billetes es también determinante, pues la variación de una décima de milímetro puede suponer que un billete sea falso.
Las bandas holográficas son otra de las medidas de seguridad más difíciles de falsificar y que cada vez se encuentra implantada en más modelos de billete por todo el mundo.
Para detectar si un billete es original o una falsificación los detectores pueden analizar individualmente o en conjunto estas características.
La detección ultravioleta consiste en localizar, visualmente o mediante el sistema automático del detector, las marcas UV presentes en el mismo y que se hacen visibles a una longitud de onda de 365 nm. La detección infrarroja tiene un funcionamiento similar a la UV, donde determinadas longitudes de onda hacen visibles o invisibles unas zonas u otras del billete.
Por su parte, la detección magnética consiste en la detección de determinados y complejos patrones formados por la tinta magnética imperceptibles a simple vista. Además de la tinta, los bancos centrales también incluyen hilos metálicos de tamaños concretos y en lugares específicos.
Los detectores más sofisticados realizan un análisis de espectro, analizando el patrón empleado en la composición de tintas y comparándolo con la imagen almacenada en la memoria, pudiendo conocerse varias características del billete como su valor, año de emisión, etc.
Para evitar que sus aparatos queden obsoletos, los fabricantes de detectores de billetes falsos ofrecen la posibilidad de actualizar muchos de sus modelos cada vez que un banco central actualiza las características de un billete.
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Publicado el lunes, 12 de octubre de 2015