Un armero es lo que usted necesita para custodiar armas de fuego y mantenerlas en un entorno inaccesible y no manipulable. De este modo, no sólo sus armas están aseguradas: usted y las personas de su alrededor también irán sobre seguro sabiendo que estas armas no estarán nunca al alcance de terceros.
La tipología de armeros depende de su homologación y del tipo de arma que custodian. La normativa actual requiere que determinadas armas sean salvaguardadas en cajas fuertes homologadas según diferentes variables, como la licencia de armas, su categoría y si son de uso particular o profesional. Así, encontramos los siguientes tipos de armeros:
Existen también armeros homologado de Grado III y Grado IV que presentan tamaños mayores que los armeros convencionales. Esto facilita la custodia de armas largas sin necesidad de que éstas sean desmontadas. También existen vitrinas expositoras específicas para armas largas, que incluyen un espacio habilitado para albergar un armero homologado de Grado I.
Los armeros son la solución más adecuada si usted requiere de una seguridad máxima para sus armas. Su constitución está específicamente diseñada para custodiar armas cortas y largas en un entorno que ofrece diversos grados de seguridad frente a intentos de robo, apertura y destrucción, lo que garantiza que ningún tercero pueda tener acceso a las armas del interior.
Estos grados de seguridad se obtienen cuando estos armeros cumplen con la Norma Europea de Seguridad para Cajas Fuertes EN 1143-1:2012. Deben estar debidamente certificados por el fabricante o por un organismo de control acreditado.
Los ensayos para determinar si se cumplen estos requisitos ponen a prueba la resistencia para un acceso parcial y total a la caja fuerte. Ésta se mide en Unidades de Resistencia (RU). Cada grado de seguridad presenta diferente tolerancia a esta resistencia:
Tanto si usted posee armeros homologados como si dispone de armas que requieran la compra de estos armeros y quiera obtener una licencia de armas, es importante que conozca todo lo relativo a la normativa vigente UNE-EN 1143:1 del año 2012 bajo la cual se regulan actualmente todos los armeros homologados.
Según esta normativa, se exige que todos los armeros homologados cuenten obligatoriamente con una certificación que provenga de organismos oficiales como AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) o, en su defecto, de otras entidades de similar naturaleza como Applus, ENAC, Bureau Veritas, SGS o ECB·S entre otras.
Para conseguir esta certificación, los armeros homologados están obligados por ley a superar una serie de ensayos realizados por los organismos certificadores. Durante estos ensayos se somete al armero a diferentes pruebas físicas y técnicas que determinan su resistencia a una posible apertura de la caja. También se utilizan medios mecánicos para tratar de romper la seguridad del armero en sus puntos más vulnerables. A los fabricantes se les exigen las correcciones pertinentes dependiendo del resultado de estos ensayos hasta poder expedir la certificación una vez superados.
Esta certificación es importante no sólo por ser obligatoria, sino también porque corrobora la seguridad del armero de manera oficial. Mientras que la homologación la puede realizar el propio fabricante al declarar haber manufacturado el armero siguiendo las normas de resistencia exigidas, la certificación sólo puede ser expedida por organismos oficiales que sólo la entregan a aquellos armeros que han superado con éxito todos los ensayos realizados.
Con esta legislación se solicita al portador de armas la adquisición o uso de un armero homologado. De lo contrario, podrá denegársele la licencia de armas hasta que tenga la posibilidad de salvaguardarlas en un armero que cuente con certificación oficial.
Según su grado de seguridad, es obligatorio por ley que los armeros homologados utilicen cerraduras certificadas de clase A o de clase B. Esto se exige para maximizar la seguridad a la hora de custodiar unos objetos tan sensibles como lo son las armas. En los armeros no homologados puede utilizarse un sistema de cierre convencional.
Los armeros de Grado I precisan de una cerradura de clase A como mínimo. Respecto a los armeros de Grado III, en estos es necesario emplear, al menos, una cerradura de clase B.
Lo más habitual es encontrar estos sistemas de cierre:
Para aumentar el nivel de seguridad, algunos armeros disponen de un sistema de cierre que combina dos sistemas de cierre complementarios:
Usted debe definir qué tipo de armero es el indicado para cubrir sus necesidades dependiendo del tipo de armas que vaya a salvaguardar en él, así como su licencia, categoría y uso. Es importante tener en cuenta todos estos factores para que su armero cumpla con los requisitos exigidos para custodiar sus armas y garantizar su seguridad.
Los armeros homologados son los más demandados para asegurar la protección de armas e individuo. Además, no hay que olvidar que la normativa actual exige que estos armeros cuenten con todas las especificaciones de seguridad requeridas para la custodia de armas. Sin embargo, los armeros no homologados son también confiables para la guarda de armas de fuego.
Desde Cajas10 recomendamos verificar con la Guardia Civilel nivel de seguridad necesario del armero y los posibles requisitos adicionales de seguridad según su licencia de armas y la actividad a realizar. Como ayuda adicional le mostramos un listado donde se especifica qué tipo de armero es el más adecuado para usted dependiendo del tipo de arma, uso, licencia y categoría:
Los armeros ofrecen diversos grados de seguridad frente a intentos de apertura y destrucción. Se recomienda custodiarlas en armeros homologados, para proporcionar así seguridad ante robos o accidentes. En este caso, el armero deberá contar obligatoriamente con la certificación oficial de un organismo oficial para que el propietario pueda obtener la licencia de armas.
Más información en el Libro-Guía de las Cajas Fuertes:
y en el Blog de Cajas10: