5.1.1. Instalar una caja fuerte de sobreponer

Las cajas fuertes de sobreponer pueden instalarse de forma sencilla sin apenas realizar obras. Es posible fijarlas de manera efectiva a su punto final únicamente empleando anclajes comunes como tacos de expansión y tornillería.

En los casos que se requiere mayor resistencia de tracción, para evitar que la caja sea arrancada, se emplean pastillas o placas de anclaje certificadas, que según el caso y si se instalan de forma correcta pueden otorgar a la caja una resistencia equivalente a los 2.000 kg de peso. Estas placas se utilizan especialmente con cajas fuertes certificadas de alta seguridad de grado III, IV y V.

Elegir la ubicación

Para seleccionar la mejor ubicación para instalar una caja fuerte debemos tener en cuenta tanto la resistencia de los materiales del lugar donde se fijará, como la elección del emplazamiento más adecuado.

Por norma general es importante que el lugar elegido sea discreto, y en algunos casos incluso de difícil acceso si no se requiere un uso demasiado habitual de la caja fuerte. De este modo dificultaremos a los ladrones poder encontrarla y manipularla en caso de que la encuentren.

El lugar elegido para la instalación de la caja fuerte es recomendable que sea conocido por un número lo más reducido posible de personas. Conviene evitar instalar la caja durante obras y reformas realizadas por personas ajenas.

Hay que tener en cuenta además que la humedad ambiente puede llegar a afectar a la caja fuerte, sus mecanismos y especialmente a su contenido, por lo que debemos asegurarnos de encontrar un emplazamiento que no presente problemas de humedad.

En el caso de las cajas fuertes de alta seguridad es habitual que no se preste tanta atención a su ubicación en un punto discreto u oculto, pues cuentan con sistemas de seguridad preparados para soportar ataques durante mucho tiempo, especialmente si cuentan con anclajes certificados.

Métodos y materiales de anclaje

Las cajas de sobreponer suelen contar con orificios para su anclaje en la base y la parte trasera. Existen algunas excepciones como algunas cajas ignífugas que no presentan orificios de anclaje para asegurar su estanqueidad frente al fuego y el agua.

Al anclar una caja al suelo es recomendable hacerlo sobre superficies de hormigón, terrazo o materiales resistentes, y a ser posible evitar anclarla en muebles y suelos de madera o tarima.

Cuando los anclajes se hacen en la pared, es necesario contar con muros y paredes resistentes de ladrillo, hormigón o piedra.

La tornillería empleada, en muchas ocasiones cada caja viene con los tornillos adecuados, debe ser de calidad y resistente para evitar que esta se rompa al ser forzada durante un posible ataque, sin olvidar que los tacos usados también deben ser altamente resistentes. Los fabricantes recomiendan por lo general tacos químicos, y en su defecto tacos de expansión metálicos o de gran resistencia para evitar posibles desgarros.

Cuando el tipo de caja empleada lo permite es altamente recomendable, e incluso obligatorio por ley en algunos casos, el uso de placas de anclaje de alta seguridad, que le otorga una resistencia insuperable al anclaje de la caja fuerte.

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